Episode V

Cuando conocemos a Finn, ni siquiera tiene nombre. Como todo Stormtrooper, fue creado con el único y expreso propósito de servir a sus maestros. Cuando ve por primera vez la maldad del First Order en toda su gloria, decide escapar y continuar sin rumbo hasta que algo le de un propósito en la vida. En cierta medida, su arco recuerda al de Han, excepto que Finn nunca fue tan egoísta, sino que simplemente era cobarde. 

Cobardía es algo de lo que no se puede acusar a Poe Dameron. Poe es una de las estrella de la Resistencia. Es su mejor piloto y el más valeroso, tanto que le encomiendan la misión de vital importancia con la que inicia la película.

Dos personajes básicos y arquetípicos. En papel suenan bien, pero les agregas a John Boyega y a Oscar Isaac para interpretarlos, y tienes más que eso: tienes a personajes de Star Wars. La relación entre los personajes fue una de las claves que hicieron a Star Wars lo que fue, y en los pocos minutos que minutos que Finn y Poe aparecen en pantalla logran lo que Lucas no pudo en tres películas con Anakin y Obi-Wan. Si se logra mostrar que los personajes se importan entre ellos, se recorre un gran camino para hacer que a la audiencia nos importen.

Y Rey.

Rey es la Fuerza que Despierta del titulo. Es una “chatarrera” cualquiera cuyos padres abandonaron y… oh, ya saben. Sigue la misma línea de Luke, letra por letra, excepto que su origen misterioso que conoceremos en la siguiente entrada ya viene incluido, y no fue añadido en retrospectiva en la cuarta revisión del guion de la secuela. Es sorprendentemente adepta a la Fuerza, probablemente más que Anakin o Luke, ya que es capaz de no sólo de dominar casi instantáneamente habilidades que a ellos les tomó tiempo en hacer, sino que lo logra sin siquiera saber que existen. Most Impressive.

Su capacidad para blandir un lightsaber o pilotear el Millennium Falcon hace que algunos la estén criticando por ser un “Mary Sue”, lo cual es curioso porque rara vez se hace esa queja cuando se trata de otros protagonistas. Como el autor de cómics Mark Waid aptamente señaló, incluso si es un Mary Sue no es algo de facto negativo; la versión de Jerry Siegel de Superman era 100% un Mary Sue (o Gary Stu), y no veo que se use contra Batman, que demuestra habilidades superiores en todos los campos de una manera difícil de justificar incluso con sus vagos años de “entrenamiento”. Prácticamente todos los héroes de acción demuestran capacidades por encima de lo creíble, pero curiosamente sólo a Rey la critican por eso. Claro, para eso además hay que olvidar que Anakin pido pilotear un starfighter hasta destruir la base de la Trade Federation a pesar de no saber cómo pilotear o actuar. También se tiene que dejar de lado que Luke pudo enfrentarse – y eventualmente derrotar – a Vader aunque nunca tuvo nadie con quién practicar el uso de un Lightsaber.

Sí, Rey parece más poderosa en la Fuerza que sus antecesores, pero no de una manera particularmente sobrecogedora. Criticarla por ello es, sencillamente, ridículo.

Lo que sí es particularmente es un gran personaje, con Daisy Ridley imprimiendo esa inocencia, capacidad de asombro y sinceridad que Mark Hamill logró con Luke hace casi 40 años. 

Rey es orgullosa heredera del manto de Leia y Padme. No sabemos si es un Skywalker, y como sus antecesoras, no es una damisela en desgracia. Leia en su tiempo rompió paradigmas. Creada en el linaje de Dejah Thoris o Dale Arden, Leia era valiente y decidida; mucho más que una princesa. Padme, hay que recordar, fue la encargada de dirigir el ataque que rompió el sitio de su palacio. Lo que hace a Rey diferente es que tanto Leia como Padme fueron partícipes de la historia de alguien más, y fueron relegadas en subsecuentes entregas. Padme, en particular, fue reducida a un estereotipo para Revenge of the Sith. No creo que eso le ocurra a Rey porque ella es la protagonista de esta historia, y el punto focal del cual se desarrollara la trilogía de secuelas.

Con ella completando el triunvirato, tenemos lo más cercano a un Star Wars renovado y renacido para nuevas generaciones y que sirve para proporcionar esos ‘role models’ que todos tuvimos y encontramos en las películas originales.

En el mejor de los casos, es difícil que una historia nos de un personaje memorable, el que Star Wars: The Force Awakens nos de tres es posiblemente lo mejor que J.J. Abrams pudo haber aportado a la franquicia.

Episode VI

Toda saga necesita un comienzo, y todo héroe necesita un villano, lo que nos lleva a Kylo Ren. Si Rey es la heredera del lado femenino de la familia Skywalker, Ben Solo-Organa es el del lado masculino. Y así como Rey es más poderosa en la Fuerza, Ben es más poderoso en el berrinche y los pataleos. Abrams nos lo presenta en una manera similar a cómo conocimos a Darth Vader: en medio de stormtrooopers dirigiendo una matanza. Pero para cuando conocimos a Vader ya había dejado de ser Anakin, era un villano formalmente creado, no así con Kylo, cuyo descenso hacia la maldad es simétrico con el ascenso de Rey al heroísmo. Cualquier conflicto dentro de Vader podía ser detectado sólo por su hijo, pero el conflicto y la dualidad de Kylo Ren está ahí para que toda la audiencia lo vea. Fue posiblemente el único riesgo que tomó Abrams – el mostrar a Kylo de esta manera – sabiendo que de todos los obstáculos que tenia que sobrepasar, el crear un villano que iguale al que es posiblemente el mejor de todo el cine era prácticamente imposible, así que decidió ir en una dirección diferente. Rey tal vez sea Luke Skywalker, pero nunca nadie confundiría a Kylo Ren con Darth Vader a pesar de su predilección por el negro.

En toda la película, Abrams evade la exposición de una manera que es refrescante en  estos días de blockbusters sobresaturados de basura. Pero esto no resulta satisfactorio en todos los aspectos, en particular en lo que concierne a The First Order. Sabemos, por lo que se ha dicho en entrevistas, que fueron los Nazis Espaciales que sobrevivieron su derrota y huyeron a la Argentina intergaláctica. Pero no sabemos mucho más de la situación, eh, galaxopolítica en la que se desarrolla la historia. Hurgando en el poco material adicional que hay, se puede determinar que existe una Nueva Republica, y que The First Order es una especie de Estado Islámico que tiene cierto control de territorios adyacentes. De todo lo que quiso emular Abrams de Star Wars, la claridad del conflicto, y la inmediatez de la participación de los involucrados, del Imperio vs los underdogs no fue una de ellas.

Episode VII

Es fácil desestimar Star Wars: The Force Awakens como un simple refrito de Star Wars, pero hacerlo refleja una testarudez similar a la que cegó a los supuestamente críticos en el estreno de esta ultima en 1977.

Sí, es una historia muy similar y familiar, justo como lo era la original, justo como lo es todo lo que vemos porque la creación de historias no es más que una mezcla y un remix de lo que ya existe; conectamos con ellas porque son parte de nuestro inconsciente colectivo y fue justo eso lo que Lucas explotó en 1977 y lo hace ahora Abrams en el 2015. 

El periodista Bill Moyers dijo la ultima palabra sobre Star Wars en uno de los tantos documentales al respecto: es muy divertido ver Star Wars. Es engañosamente simple, pero traiciona un mayor complejidad: es difícil hacer una cinta que contenga esa elusiva ‘magia’ que hace a los adultos ser niños de nuevos y a los niños y niñas imaginar. Star Wars: The Force Awakens captura ese vertiginoso espíritu de acción y romance; el élan ostentoso clásico de aventuras de la trilogía original que lo pone por encima de muchas otras muestras de cine supuestamente de “valor”

Es muy, muy divertido ver Star Wars.

La Historia ya no es provincia de un solo hombre, como Superman o Batman o Star Trek ya trascendió a su creador. Gracias a eso Abrams pudo crear un amoroso homenaje que con respeto muestra lo que una cinta de Star Wars debe de ser, pero no de la manera infantil e insulsa como lo que vimos en Man of Steel (vis-a-vis Superman Returns) o The Incredible Hulk (Hulk) sino con emotivo cariño a la esencia. 

Star Wars debe de ser una experiencia cinematográfica distinta a cualquier otra, con la excepción de otra película de Star Wars, y con un respeto hacia la Historia que lo llevó ahí pero plantando las semillas para el futuro, J.J. Abrams logró lo que ni George Lucas pudo: traer balance a la Fuerza.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí