Don’t make me hungry. You wouldn’t like me when I’m hungry

En el 2003, Ang Lee se dio a la tarea de realizar una película sobre el Monstruo Verde. Como Bryan Singer antes de él – y como Christopher Nolan lo haría un par de años después – Lee tomó con toda seriedad el proyecto, y trató de darle a su película un trasfondo altamente psicológico y complejo, lleno de escenas contemplativas y metafóricas. No funcionó, y su Hulk fue considerado un fracaso en la taquilla, con los críticos y con los fans en general, sobretodo porque fue comparada con la primera cinta de Spider-Man de Sam Raimi, un éxito universal.

Los derechos eventualmente regresarían a Marvel, y se decidió que una película de Hulk seguiría a Iron Man en la entonces bastante optimista – y posiblemente suicida, ya que habían hipotecado sus personajes – determinación de crear una especie de «Universo Cinematográfico».

Ya que Hulk había sido un fracaso, parece que las ordenes que le dieron al director Louis Leterrier fueron que hiciera exactamente lo contrario; si Hulk había sido lenta y con ambiciones de trascendencia, The Incredible Hulk debería de ser lo menos ambiciosa posible. ¿No les gusta la película de Hulk que intentaba ser sobre algo? Entonces tomen su película de Hulk que no es sobre nada.
Leterrier no es un director particularmente capaz. Su único talento, el único truco que tiene como parte de su repertorio y su único distintivo son las maneras en como se las ingenia para mantener la cámara en constante movimiento, por lo que logra crear escenas ágiles y divertidas. El tiempo de duración de la cinta, casi 2 horas, es imperceptible, lo cual es sorprendente dado que la trama es Banner corre/Hulk golpea/Banner corre/Hulk golpea otra vez, etc. y nunca se siente cansada. Ese es el mejor cumplido que le puedo hacer al trabajo de Leterrier.

No hay mucho en The Incredible Hulk en lo que respecta a la trama. Es una relativamente efectiva historia de persecución. Los personajes no son complejos, y los arcos de ellos están esbozados a grandes rasgos. No son lo suficientes vacíos como para que al momento de que llegue la acción se sienta tediosa, pero nunca se acercan siquiera a otras, mejores, interpretaciones en las mejores entregas de adaptaciones fílmicas de personajes de Marvel. Norton realiza un buen papel con el material, y su interpretación resulta icónica mas bien de forma implícita que por lo mostrado en pantalla. William Hurt es excelente como el General Ross, firmemente en su papel como Ahab, que si bien es tan unidimensional como el mismo Banner, saca a flote el papel con la mera fuerza de talento y carisma. Espero que los eventos de esta cinta no afecte la carrera de Ross y llegue a ser, no sé, Secretario de Estado. Liv Tyler hace lo mismo que en todos sus papeles, ser tierna, llorosa y maternal. Lo cual la pone encima de Jennifer Connelly que desplegaba toda la emoción de un papel tapiz en Hulk. No encuentro muy plausible el papel y la actuación de Tim Roth, pero como la película nunca infla expectativas de ningún modo, es aceptable.

Ademas de un par de momentos, como Hulk entonando su registrado «HULK SMAASH«, no hay nada demasiado memorable en The Incredible Hulk. Es sin duda una entrada menor, y discordante, en el canon de Marvel Studios, que alcanzaría alturas mucho mayores en subsecuentes entregas.

–Héctor

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