«Tu no eres un extraño. Eres uno de nosotros. […] Somos una comunidad»

Desarrollada como secuela y spin-off de la popular entrega cinematográfica Love, Simon, de 2017, Hulu estrenó este verano Love, Victor, serie originalmente desarrollada para Disney+, inspirada en la novela Simon vs. The Homo Sapiens Agenda de Becky Albertalli y en el guion de la propia cinta, escrito por Elizabeth Berger e Isaac Aptaker, quienes fungen como creadores y showrunners del show.

Love, Victor nos cuenta la historia de Victor Salazar (Michael Cimino), un adolescente de 15 años que se acaba de mudar con su familia de una ciudad mediana en Texas a Atlanta, Georgia. Victor ingresa a Creekwood High, la misma preparatoria donde Simon estudió hace un par de año y donde se convirtió en una leyenda por su espectacular historia de amor plasmada en Love, Simon.

Victor se encuentra emocionado ante la posibilidad de empezar desde cero pero nervioso y confundido pues aun no ha podido determinar muchos aspectos de su vida, entre ellos su orientación sexual. Cuando el primer día de clases de Victor resulta un desastre, envía por Instagram un mensaje furioso a Simon, reclamándole su vida sencilla y comoda, mientras el debe lidiar con una familia religiosa y conservadora y el no tener aún amigos. Para su sorpresa, Simon (con voz en off del fantástico Nick Robinson), le contesta y lo brinda su apoyo y consejos.

A lo largo de los diez capítulos de media hora que componen la primera temporada, somos testigos de como Victor va construyendo su nueva vida en Atlanta mientras experimenta e intenta definir quien es. Victor encuentra en el extraño pero encantador Felix (Anthony Turpel) a su mejor amigo, se hace novio de popular y encantadora Mia (Rachel Hilson), mientras desarrolla un intenso e innegable crush con su compañero de trabajo en el café, el atractivo y muy fuera del closet Benji (George Sear).

Victor además debe lidiar con su rival en el baloncesto y por el afecto de Mía, el estereotípico bully Andrew (Mason Gooding), con la obsesionada con la popularidad mejor amiga de Mia, Lake (Bebe Wood) así como con los problemas en casa que incluyen a su hermana Pilar (Isabella Ferreira), dolida por la mudanza desde Texas y la perdida de su novio y amigos, así como el matrimonio al borde del divorcio de sus padres Armando e Isabel (James Martinez y Ana Ortiz), destrozado por una infidelidad, la perdida de confianza y el hartazgo y rutina de diecisiete años de relación.

Aquí empezaran los spoilers… para que no digan que no avisé…

Love, Victor, al igual que Love, Simon, es el viaje de auto descubrimiento y de aceptación de un adolescente homosexual, sin embargo, es un viaje diferente. La gran proeza que logra la serie es capturar la inteligencia y carisma inagotables de la cinta original, a la vez que cuenta una historia distinta, un viaje diferente, porque así sucede en la realidad. Cada persona LGBT+ vive un viaje distinto, que a su vez tiene, diferentes puntos de conexión.

En ese sentido, el viaje de Victor es interesante porque la serie se permite abordar aristas y profundidades emocionales que Simon no tiene. Victor proviene de una familia latina tradicional con una fuerte raigambre católica, es además el primogénito y por tanto, ha sido educado bajo la idea de ser el reparador (fixer) de sus padres y hermanos. Esta responsabilidad, que ejerce de manera cotidiana e inconsciente, termina siendo una carga terriblemente pesada.

Además de ello, Victor tiene tanto miedo de aceptar que es homosexual, que decide intentar tener una novia, incluso la quiere y puede compartir con ella besos y caricias. Pero cuando Victor debe ir más allá, simplemente no puede. Más que alegría y goce, lo llena un tremendo sentimiento de culpa. Por no poder ser ‘normal’, por no ser heterosexual.

Sin embargo, basta un solo beso con Benji, para que ese maremoto de emociones, esos fuegos artificiales interminables que le contó Simon, se manifiesten. Y ahi, Victor ya no pudo negar lo que es. Victor es gay.

Entonces Victor decide huir y tenemos ese fabuloso octavo episodio, donde Victor realiza una visita sorpresa a Simon en su casa en Nueva York, para descubrir que no esta ahí. Sin embargo, lo deja al cuidado y cargo de su novio Bram (el maravilloso Keiynan Londsale) quien junto con sus roomies (todos ellos, personas LGBT+), le muestran el ambiente gay en Nueva York, descubriendo que ese es un mundo interminable y complejo, lleno de colores y matices, de posibilidades, y de gente. Victor se da cuenta que no está solo.

Más aun, cuando al final del episodio Simon llega y encuentra a Victor enojado, tras descubrir que Simon le contó a Bram y sus roomies sobre el, lo que implicó que entre todos aconsejaban a Victor a través de la voz de Simon, este le explica que ese es el sentido de comunidad LGBT+. Simon le explica a Victor que no es un extraño, porque es uno de ellos. Que eso es lo maravilloso que ha descubierto después de salir del closet en la preparatoria. Simon no tenía todas las respuestas y tenía miedo de dar un consejo erróneo o apresurado, por eso recurrió a sus amigos, que tuvieron experiencias más similares a Victor, armando el rompecabezas que esta significando su viaje de descubrimiento.

Este es uno de los aspectos más fantásticos de Love, Victor y que es algo que por su propia estructura de historia no podía abordar la película original. Victor entiende que todas las personas LGBT+ compartimos una historia que puede ser relativamente similar, que formamos parte de una comunidad, y que en mayor o menor medida podemos apoyar unos a otros. Ese mensaje es tremendamente edificante.

Los últimos dos capítulos concluyen esta parte del viaje emocional de Victor. Victor sale del closet con Felix quien lo acepta y apoya incondicionalmente, pero fracasa en hacerlo con Mia porque ella atraviesa sus propios problemas familiares. El último episodio es el baile de primavera. Victor planea darle una ultima noche memorable a Mia, antes de confesar su secreto. Pero como es obvio, todo se sale de control. Victor termina confesando sus sentimientos a Benji, los cuales son ampliamente correspondidos, pero también termina siendo descubierto por Mia, que termina con el corazón roto

Victor queda estupefacto. Porque además su hermana lo esta insistentemente confrontando sobre la infidelidad que cometió con Mia (el beso a B.). Victor decide entonces seguir el consejo de Simon. Ser auténticamente honesto, contar su verdad, y dejar que los demás hagan con ella lo que tengan que hacer. Pero, cuando llega a casa sus padres les cuentan que han decidido separarse temporalmente para reevaluar si su matrimonio aun vale la pena. Victor esta a punto de volver a tragarse sus emociones y necesidades en pos del bienestar de la familia, pero recuerda su lección aprendida, así que decide cometer un acto de amor propio único; ponerse asimismo por sobre los demás. Y le revela a su familia que es gay.

Fin de la temporada.

La manera en que la serie construye el arco emocional del persona es fantástica, porque permite contemplar el crecimiento y madurez del mismo. El cierre de la temporada es tremendamente empoderante y repleto de amor propio pues Victor comprende que su verdad necesita ser dicha, a pesar de las circunstancias, pues retrasar el posible efecto que tenga, quizá termine causando más daño, y porque además, ya no puede seguir mintiendo sobre quien es y que siente.

La serie es emocionalmente poderosa, no sólo porque la estructura argumental es fantástica como aquí describí. El elenco es un nido inagotable de talento y entrega y la dirección que los acompaña logra hacerlos entrañables, encantadores, emotivos y tiernos. Michael Cimino es un actor fantástico que imprime inocencia, bonda y miedo a Victor. Anthony Turpel brilla fantásticamente como Felix, el encantador, raro, e inmensamente leal y cariñoso mejor amigo que Victor necesita. Además, su arco dramático (su romance con Lake, que se avergüenza de salir con un chico raro como Felix) es igualmente empoderante y divertida. Rachel Hilson es maravillosa como la alegre y aparentemente despreocupada Mia. Finalmente, George Sear es encantador como el relajado y tremendamente magnético Benji.

Aun me sigo debatiendo si esta serie debió estrenar en Disney+ o no. Hubiera sido fantástico que lo hiciera, y hubiera sido bastante revolucionario. Sin embargo, entiendo que también hubiera sido muy controversial. Al final de cuenta, varios de los puntos clave de la trama son aun temas controversiales para la marca Disney. Entre ellos, la sexualidad (y ese es un punto determinante para que Victor resuelva quien es) y la infidelidad de sus padres. Ojalá muy pronto tengamos una serie así en Disney+.

En resumen, terminé amando muchísimo y disfrutando enormemente esta serie. Quizá no la terminé amando tanto como Simon, porque personalmente mi propio viaje es más similar al de Simon que al de Victor. Sin embargo, aprecie y disfruté muchísimos esta historia, el amor con que esta hecha y las maravillosas emociones que transmite.

Love, Victor es una entrañable y carismática serie que logra capturar la inteligencia y corazón de la serie que le da origen, a la vez que profundizar y explorar otras aristas en el viaje de autodescubrimiento y aceptación de un adolescente gay. Un magnífico triunfo televisivo que retrata una historia cotidiana a la vez que inspiradora. Una hermosa celebración de la diversidad.

Porque todos merecemos una gran historia de amor.

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