Han sido pocas las veces que he esperado la llegada de un comic con tantas ansias como éste caso (si, ya sé que éste comic tiene años de haberse publicado y que puedo conseguirlo fácilmente en forma electrónica pero que quieren, soy de la vieja escuela que prefieren la versión impresa). Garth Ennis sin duda supo cómo hacer para que su historia fuera atrapante y nos dejara con deseos de más así que ya se imaginarán mi entusiasmo al ver en los anaqueles de mi Sangrons local el segundo tomo de Preacher.
Luego de tanta majestuosidad, vulgaridad y depravación que disfrutáramos en el primer tomo era lógico que las expectativas estuvieran a tope. Lamentablemente hay un ligero inconveniente en casos como éstos, y es que esperas tanto que un mínimo bajón de calidad se siente como una caída de 50 metros y tristemente esto es lo que se siente al leer el segundo número recopilatorio de nuestro predicador favorito.
Esta segunda entrega nos sitúa justo donde nos quedamos con un Jesse Custer disfrutando de un merecido descanso con su amada Tulip disfrutando de las ventajas de su don especial (así, el persignado predicador ha usado la “Palabra” en beneficio propio, ¿Quién lo hubiera pensado? XD) y lo primero que hacen después de ello es reencontrarse con su amigo Cassidy para emprender de nuevo su viaje en busca de Dios. Todo parece en orden hasta que una antigua organización religiosa, el Grial (que por alguna razón está enterada de todo lo que ocurre en el cielo) decide que Jesse Custer debe ser capturado y llevado ante el líder de dicha organización. ¿El motivo? Se los dejo de tarea 😛
El comic sigue manteniendo su humor negro tan característico y continúa siendo tan blasfemo como lo era en un principio. Créanme, a pesar de que no llega a los niveles del tomo anterior y las revelaciones no son tan impactantes, lo que hay sigue siendo igual de ofensivo y hereje sin mencionar los baños de sangre cortesía de nuestro pistolero favorito el Santo de los Asesinos, pero al final del tomo se siente algo repetitivo. Si bien la trama no es demasiado similar sientes como si esto ya lo hubieras leído antes y aunque el viaje sigue siendo muy disfrutable, la intensidad y el ritmo de la historia se siente lento en comparación al anterior.
Los personajes son los mismos que indebidamente nos fascinaron la primera vez. Los lazos de amistad que se forman entre Jesse y Cassidy dejan una impresión muy positiva y la fortaleza de Tulip se mantiene más firme que nunca. Descubrimos más (de hecho todo) sobre el pasado de Cassidy y aunque su historia es muy interesante y se agradece tener su backstory, es cuando sientes que la historia entra en un bache en comparación al ritmo estridente que nunca disminuye en el primer tomo.
Sigue siendo sin dudas un gran comic pero Garth Ennis le bajo un poco al ritmo y a la calidad y, como dije antes, el sabor de boca que deja es un poco amargo solo por eso. Lo bueno: Steve Dillon siguen ruleando con su arte, pulgares arriba. Dejando de lado los dramas y analizándolo fríamente el bajón no es tan considerable.
Calificación 4 de 5 rayitos en mi Botesómetro.
My two cents.
#BotePower