El fin de semana pasado, Lucasfilm tuvo con Solo: A Star Wars Story lo que se podría considerar prácticamente el peor escenario: tuvo un fin de semana de estreno con una recaudación de 84 millones de dólares, y sumándole el día extra de asueto en Estados Unidos en honor a los soldados caídos – un fin de semana largo importante para los estrenos – sube apenas a los 104 millones de dólares. Para una película que costó arriba de los 300 millones de dólares (gracias a los extensivas filmaciones extras que tuvieron que hacer) estos números son terribles. Y a diferencia de otras películas, no podemos esperar que el resto del mundo venga y la rescate; Star Wars sigue siendo un fenómeno principalmente estadounidense, y en este caso los cinéfilos de otros países tienen todavía menos interés en ver cómo consiguió Han el Halcón Milenario que los vecinos del norte.
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Lucasfilm había tenido una racha impresionante con un estreno que supero los dos mil millones de dólares, y otros dos por encima de los mil millones, así que la pregunta en boca de todos es: ¿qué salió mal? Y hasta ahora, el internet nos ha dado múltiples respuestas. ¿Cuál es la correcta?
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· Todo es culpa de The Last Jedi 
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Han pasado varios meses desde el estreno de esta grandiosa entrega en la saga, y los Snyderbronies/ derechairos/ fachos/ gamergators/ comicsgators/ Trumpistas/ morenazis siguen llorando en sus Fanboy Flakes porque eso es lo que hace ese tipo de estultos castrados: quejarse de que las cosas ahora *GASP* son un poco distintas y los héroes ahora pueden ser mujeres y personas de color. Según esta narrativa, The Last Jedi fue un fracaso que alienó a millones de fans de Star Wars y ahora el karma le está cayendo en la cabeza de Kathleen Kennedy con la recaudación de Solo. La narrativa del fracaso de The Last Jedi son Hechos Alternativos. Su éxito financiero fue proporcional a The Force Awakens de la misma manera que el de The Empire Strikes Back fue a Star Wars (y no los veo diciendo lo mala que es ESB) y las encuestas de salida validad – no manipulables ratings de internet – indican que le gustó al público. Pero supongamos por un momento que su narrativa es correcta: ¿desde cuándo los fans tenemos tanta dignidad como para desdeñar una franquicia después de una entrega fallida? Se necesitaron 3 miserables basuras para que el fracaso le llegara a DC con Justice League. De todas las razones sobre el fracaso de Solo, esta es la que menos influencia tuvo.
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La mayor ironía de todo esto es que a menos de que tengan los genitales increíblemente microscópicos (lo cual es una aflicción común), Solo: A Star Wars Story es prácticamente la película que querían. Lo que nos lleva a la siguiente causa:
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· Todo es culpa de que no es como The Last Jedi 
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Podría resultar contraintuitivo a décadas de “conocimiento común” pero hay suficientes datos como para respaldar la hipótesis, iniciando por las cintas de la misma Lucasfilm. Las tres películas anteriores de Star Wars estaban compuestos por un diverso elenco de protagonistas, y habían sido liderados por una mujer en el papel principal. Los nuevos roles caucásicos más prominentes habían caído en Adam Driver y Ben Mendehlson – los villanos. Otro ejemplo muy sobresaliente fue el de Black Panther, que en Estados Unidos se convirtió en la película de superhéroes más exitosa de todos los tiempo, un título que ni siquiera el Evento que fue Avengers: Infinity War le podrá quitar, para sorpresa de muchos.
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Parece que los Snyderbronies/ derechairos/ fachos/ gamergators/ comicsgators/ Trumpistas/ morenazis en realidad son una minoría y todos ganamos cuando se incrementa la diversidad en la pantalla: no solo les da a aquellos que rara vez se han sentido representados con personajes heroicos con quién identificarse, sino que además resultan frescas y atrayentes para aquellos que están acostumbrados a verse en pantalla por el simple hecho de que es algo distinto a lo que siempre consumen. Además de que los números fuera de Estados Unidos lo hacen una opción muy, muy atractiva. No es descabellado pensar que Lando: A Star Wars Story hubiera sido un mayor éxito para Kennedy y compañía.
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· No había interés en una película de Han Solo sin Ford 
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No cabe duda que el factor más importante en el cariño y atracción que la gente siente por Han es gracias a la actuación y el impresionante carisma de Harrison Ford. Los personajes de Star Wars siguen estando íntimamente ligados a los actores que los interpretan, y en el caso de Han, apenas hacía dos años que se le había dado un bien recibido cierre a su historia con Harrison en el papel. Ewan McGregor no obstante, no es común todavía que sean personajes tipo Bond, Batman o Spider-Man, en los que se asume a priori que cada actor es solo el salvaguarda temporal del papel, por lo que puede existir un rechazo – irracional, como muchas cosas del fandom – ante la posibilidad de otros actores interpreten a nuestros amados personajes de Star Wars.
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· No había interés en una película de Han Solo con este elenco 
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Las películas de Star Wars siempre han sido protagonizadas por desconocidos, lo que tal vez no sea lo mejor en todos los casos. Aunque en general el consenso es que Aiden Ehrenreich hizo un trabajo aceptable y su mejor elección fue no emular a Ford, no se puede decir que sea un actor increíblemente carismático que mueva las masas. Su contraparte femenina es Emilia Clarke, la otrora Madre de Dragones que a pesar de protagonizar uno de los shows más importantes de la televisión, parece ser más veneno de taquilla (véase. Terminator: Genisys) que otra cosa. Donald Glover es el único que parece tener verdadero potencial para convertirse en una estrella gracias al brillo de las múltiples alabanzas que ha recibido por su trabajo en otros medios, pero aún no se convierte en algo que arrastre multitudes.
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· No había interés en una película de Han Solo. Punto
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Una de las críticas que siempre se le hicieron al proyecto es que era algo totalmente innecesario, lo cual es algo curioso porque no es como si la falla estructural de la Estrella de la Muerte fuera algo que necesitara contarse a toda costa, y la mayoría estuvo contenta con Rogue One. Es posible que en este caso la crítica haya sido acertado y el ver cómo Han le gana a Lando un juego de póker intergaláctico es algo que nadie tenía interés particular en ver.
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· Los problemas de producción 
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Rogue One también tuvo una producción caótica y accidentada. Tuvieron que contratar a Tony Gilroy para que terminara la película que se le había salido de las manos a Gareth Edwards, pero a diferencia de otras películas en casos similares, lograron mantener el secreto, todos se pusieron la camiseta del equipo, y declararon que eran un simple caso de reshoots cotidianos.
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Con Solo, la situación fue más difícil. Ni a los actores ni a Lawrence Kasdan les pareció el estilo caótico lleno de improvisación de Christopher Miller y Phil Lord, pero la línea que cruzaron ante Kathleen Kennedy fue el aumento que esto ocasionaba al presupuesto. Después de su despido, trajeron a Ron Howard para que con su experiencia, profesionalismo y blandeza se pudiera terminar la película, no sin antes tener que volver a filmar más de la mitad de ella. Todo esto sirvió para la nube del fracaso oscureciera prácticamente toda la prensa alrededor del proyecto por meses.
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Su impacto me parece dudoso. Todos nosotros obviamente estábamos al pendiente de los dimes y diretes de la filmación, pero no creo que el público en general tuviera idea de lo que estaba pasando.
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· Saturación de Star Wars 
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El argumento es el siguiente: The Last Jedi se estrenó hace 5 meses, y dos películas de Star Wars es demasiado para el público. La refutacion es que, después de todo, Marvel saca dos o tres películas al año, y nadie parecía haber estado cansado para asistir a Avengers: Infinity War cuando hacía dos meses se había estrenado Black Panther. Pero aquí se obvia el factor más importante: el éxito de Marvel Studios no tiene precedentes y hasta ahora ha sido imposible de replicar. Parte de ese éxito es justo que las audiencias están acostumbradas y esperan ver una película de Marvel dos o tres veces al año.
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Con Star Wars, a lo que estamos acostumbrados es una agenda mucho más pausada. Las dos trilogías anteriores estrenaban una película cada tercer año, y hubo una espera de 16 años entre una trilogía y otra. El ritmo que al parecer quería acostumbrar Disney a la audiencia es que Star Wars sería un evento anual, no cada seis meses, y este evento ocurre durante las fiestas decembrinas. Lo que nos lleva a:
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· Saturación del mercado 
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En cinco semanas, Avengers: Infinity War, Deadpool 2 y Solo pelearon por el dinero de la misma demografía. A riesgo de señalar lo obvio, ir al cine cuesta tiempo, dinero y esfuerzo. Si alguno de esos tres elementos está escaso, ¿prefieren ir a ver el evento que es una culminación de diez años de películas, a la secuela de la película que fue una sorpresa por su gracia y carisma hace un par de años que además tiene una fantástica campaña publicitaria, o a Solo?
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Los pasados estrenos de Lucasfilm durante las fiestas decembrinas les ha otorgado a las cintas la libertad de desempeñarse casi sin competencia durante varias semanas, lo que sin duda ha sido parte de sus altas recaudaciones, pero el poner a Solo en medio de un increíblemente competido verano era algo que invariablemente les iba a afectar, como fue el caso.
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· Una deficiente campaña de publicidad 
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Si llevan tiempo siendo fans, sin duda recuerdan el mítico corto de The Phantom Menace, que hasta estos días continua siendo mejor que muchas películas completas. Para esta nueva etapa de Star Wars, Lucasfilm decidió tomar un nuevo rumbo: en lugar de hacer cortos emocionantes, los hacen pésimos, porque se sobreentiende que una toma del Halcón Milenario y un par de acordes de John Williams son suficientes para alborotar a los fans. Estos al menos salen con meses de anticipación, para crear expectativas.
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El corto de Solo: A Star Wars Story fue igual de malo que los demás, pero salió apenas en febrero. A esto se le añade una muy tenue campaña de publicidad, lo que llevó a que existiera muy poca emoción con el estreno.
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· Los fans estábamos ocupados salvando Lucifer 
Esta es… extraña. Quién sabe. Tal vez tenga razón. Mark Hamill ciertamente parecía estar más preocupado salvando Lucifer que con Solo.
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· Todas las anteriores 
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Para todos estos puntos, por sí mismos, existe una refutación; una película que sufrió las mismas circunstancias y salió avante, lo que nos lleva a la conclusión más lógica: no existe una sola causa del decepcionante fin de semana de estreno de Solo: A Star Wars Story. Fue una tormenta perfecta de situaciones que poco a poco le fueron quitando el lustre a lo que debería de haber sido otra joya en la corona de Kathleen Kennedy. Por ahora, los ejecutivos de Disney parecen estar culpando principalmente a la fecha de estreno, así que además de que de ahora en adelante se aseguraran de estrenar en diciembre, no parece haber motivos de pánico en lo que respecta a la franquicia.
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–Héctor

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