Seis películas y aún logran crear entretenimiento eficiente.
Bajo la dirección de Tim Miller, producida por James Cameron, con guión de David Goyer, Justin Rhodes y Billy Ray, basada en una historia de Cameron, Goyer, Rhodes, Charles H. Eglee y Josh Friedman; Terminator: Destino Oscuro sirve como secuela de T2 ignorando los eventos de las posteriores secuelas y series.
Dani Ramos (Natalia Reyes) y Diego Ramos (Diego Boneta) son unos hermanos que viven su apacible y rutinaria vida en Ciudad de México, la cual se ve trastocada cuando ella empieza a ser cazada por un Terminator (Gabriel Luna) mientras que son ayudados por una misteriosa mujer venida del futuro llamada Grace (Mackenzie Davis). A esta historia se unirán eventualmente Sarah Connor (Linda Hamilton) la cual se ha dedicado veinte años a cazar Terminator tras perder a su hijo a manos de otro T-800 (Arnold Schwarzenegger) con el cual también se reencontrarán.
Destino Oscuro presenta una fórmula harto conocida para la franquicia donde la película gira en salvar a una persona de que sea destruida por un Terminator. En ese sentido, Miller logra mostrarse como un director eficiente y cumplidor al lograr bordar una cinta repleta de acción, energía, grandes secuencias de explosiones, pelea y energía. Todo lo que usted como espectador debía esperar de una cinta de esta franquicia.
Lo que resultó una grata sorpresa fueron dos aspectos que permean toda la historia aunque no son el foco central de la cinta: la sororidad presente en toda la cinta y el empoderamiento de una mujer latina como próxima mesías donde incluso se muestra el drama inmigrante en la frontera.
No se de quien de todos los involucrados sean estas temáticas pero resultan ampliamente agradables y frescas a la franquicia. Hamilton, Davis y Reyes forman una auténtica sororidad de empatía, apoyo y entendimiento entre tres mujeres fuertes, decididas, hábiles y listas para liderar cualquier rebelión en contra de las máquinas. La cinta además muestra la compleja situación en la frontera con las autoridades fronterizas deteniendo flujos de personas migrando y la manera en que son procesadas.
Por eso, pese a que Miller ha dicho que no existe un subtexto político en la cinta, cuando se revela que el personaje de Reyes es la próxima mesías (y lo que importa es ella, y no su utero que dará vida al próximo John Connor) la cinta adquiere un cariz de empoderamiento que la franquicia no había logrado con anterioridad.
Terminator: Destino Oscuro es una cinta que en sus aspectos técnicos recurre a sus elementos más conocidos y confiables pero que aún así logra evitar ser repetitiva al lograr inyectar frescura mediante ciertos elementos incluyendo su elenco
(Eso si, yo quería que Diego Boneta saliera más de veinte minutos en pantalla)