IV. Not Broken

Si el retomar personajes anteriores fue…inconsistente en su calidad, la introducción de los nuevos es donde brilla la película. La fuerza radica en la sencillez antes mencionada: ninguno de ellos tienen arcos en los que deben reconciliar su personalidad con sus poderes quasidivinos y enfrentarse a la adoración y el recelo de la humanidad; solo son personas que tiene que aprender a usar sus poderes de manera altruista. Sencillos, y directos.

Aquaman es el más fácil de ellos, ya que se beneficia del enorme carisma de Jason Momoa y que vimos en despliegue en Aquaman. Para esa cinta se deja el reconciliar sus dos contradictorios mundos y la aceptación de su linaje, aquí solo debe de darse cuenta que es un desperdicio de sus poderes el impresionar a isleñas para que huelan su ropa y dedicarse a salvar el mundo. Como él, Flash también se beneficia del talento de Ezra Miller para sobresalir e ir poco a poco encontrando la autoestima y la valentía necesaria para poder enfrentarse a los Dioses conquistadores del espacio.

El más difícil de plasmar es Cyborg, que no tiene ni carisma ni personalidad para sobresalir, por lo que Snyder decide hacerlo el centro de la película de una manera tan crucial que Whedon encontró imposible de editar y lo tuvo que filmar de nuevo, para detrimento de la historia. Cyborg es, en los cómics, un personaje lleno de angustia y drama, nacido de una versión de los Teen Titans que había sido claramente inspirada en los cómics de Marvel, y que Snyder, basado en el trabajo de Geoff Johns, supo adaptar de manera emotiva y resonante. Snyder es incapaz de plasmar las sutilezas de un padre tratando de inculcar moralidad a sus hijos mientras trata de protegerlo, pero una historia sencilla de un padre tratando de redimirse, eso, puede hacer. Y si aplaudimos las expresiones de autoafirmación al recuperarse de una tragedia como lo hicimos con Wanda hace unas semanas, también tenemos que hacerlo con Cyborg en Jusztice.

V. Us, United

La manera tradicional de Marvel de reunir a sus héroes es mediante una confrontación, y Whedon hizo un gran trabajo plasmando ese ethos en The Avengers y, de haber tenido el control desde un inicio, sin duda hubiera hecho un trabajo similar en una cinta de Justice League, pero el tratar de emular ese estilo mediante ciertas escenas regrabadas solo plasmó en Josstice una regurgitación diluida y disonante del “Estilo Marvel”. También hay espacio para otros conceptos, en los cuales los héroes se reúnen porque…¿juntos son más fuertes que separados? En Jusztice funciona porque los actores están cómodos en sus papeles y el guion de Terrio les da los suficientes momentos de caracterización para que sus interacciones y relaciones interpersonales sean creíbles.

La ultima vez que Chris Terrio nos ofreció una bandeja de Macguffins (¿o fue la vez que le siguió? El tiempo no tiene ya significado) el resultado fue…llamémosle, deficiente. Pero aquí esos elementos del guion nombrados por el maestro del Suspenso hace décadas cumplen su función con aplomo y eficacia: el villano los quiere, y los héroes tienen que encargarse de que no lo haga. Pero no solo tienen importancia por su poder, sino por la conexión que tienen con los héroes y sus pasados: Wonder Woman, Aquaman y Cyborg se unen al grupo por las Mother Boxes y sirven no solo para mover la trama sino para entretejerla y reunir las distintas subtramas; con el beneficio de las horas y horas de duración, su propósito, los objetivos, lo que tomaría la victoria y lo que desencadenaría el fracaso son todos claros y concisos, algo que se encontraba completamente ausente en la versión estrenada en cines.

VI. One Hundred Thousand Worlds to Dust

Si Superman fue la mejor parte de Josstice, sin duda la peor fue Steppenwolf. Con un CGI de Playstation 2 y una dimensionalidad que hacía ver a Malekith como Thanos (y si ni siquiera recuerdan quién es Malekith ese es el punto. Y Christopher Ecclesson les agradece) su vacuidad resulto tan sobrecogedora que consideraba imposible que pudiera ser mejorado, y el estilo visual, lleno de picos y más picos que parecían apuntar a los instintos más pueriles de Snyder, no me daba el mundo de confianza. La más grande sorpresa de la cinta es que Steppenwolf es un villano…¿aceptable? No creo que Darth Vader o el Doctor Lecter tengan de qué preocuparse, pero en el contexto de las películas de superhéroes su desempeño fue loable, e incluso el CGI llega a tener destellos de grandeza y una animación que se asemeja a actuaciones humanas, y sus motivaciones con claras y reconocibles, resultando ser a la vez un operativo villano actuando en un Grand Guiñol y un pobre y patético perdedor que busca la aprobación de su sobrino. (No lo dice la cinta, pero Darkseid es su sobrino)

Hablando de Darkseid. Darkseid es creación de Jack Kirby, el Rey Supremo de los Cómics. Fue introducido durante The Fourth World, la saga en solitario que creó en DC después de haber sido una de las fuerzas demiúrgicas del Universo Marvel; es su Ópera Prima en solitario; su Magnum Opus y un despliegue brutal de fuerza e imaginación rara vez superada. Su Darkseid es la representación de la maldad, el Omega, el Hoyo en Todas las Cosas y el Omega, el final. Darkseid Es.

Siendo Kirby uno de los mejores y más creativos artistas del medio de los cómics, plasmar su trabajo a la perfección requeriría uno de los mejores cineastas de la historia. Ese cineasta no es Zack Snyder. Pero mientras llega ese Platónica Cineasta Perfecto, el Darkseid que vemos es perfectamente aceptable: un conquistador megalómano que busca la Ecuación de la Anti-Vida, la vaga abstracción que le permitirá erradicar el libre albedrío del universo y que por alguna razón se encuentra en la Tierra, el planeta más importante del Multiverso. Con los beneficios del extenso tiempo a su disposición, la película logra tejer todo un tapiz que cubre miles de años de la historia de DC para darle una mesura de epicidad que se encontraba ausente en este universo, y lo hace adaptando con destreza el rico tapiz de historias que tiene DC.

Epilogo

La película cierra con una extensa escena en el futuro apocalíptico que desencadena el que Darkseid obtenga la ecuación y le quite a Superman su switch bueno/malo (el único papel que tiene Amy Adams en esta cinta, y el único que llegará a tener en un futuro) que cumple todas las bases de lo que debe de tener un futuro así: una banda de héroes renegados y endurecidos dispuestos a todo para erradicar su linea de tiempo.

Pero la parte que más me sorprendió es cuando en el presente llega Martian Manhunter a ofrecerle sus servicios a Bruce. El que Bruce haya básicamente respondido “Ya estás” cuando la ultima vez que conoció a un extraterrestre con capa su primer instinto fue super asesinarlo es esperanzador y sorprendente.

Casi tan sorprendente como describir que Zack Snyder’s Justice League funciona. No solo es una versión muy superior al impío corte que salió en el cine sino por sus propios méritos. Funciona como ninguna otra película de Zack Snyder había funcionado, y esta dotada de claridad narrativa y estilística; no es perfecta, y se queda corta de alcanzar la grandeza gracias a la glorificación perversa que Snyder sigue teniendo por la violencia extrema, pero sus pretensiones se quedan en la forma (se requiere de mucha confianza en sí mismo para pedirle a la audiencia 4 horas) y no en la sustancia; fuera quedaron sus ponderaciones metafísicas de reprobado de filosofía y en su lugar quedó una película que si bien no logra entrar al panteón de las mejores películas de superhéroes, ya no es una vergonzosa cacofonía discordante.

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