6. The Revenge of the Sith
El cierre de las precuelas adolece de la indecisión de George sobre la caída de Anakin al Lado Oscuro, que en ocasiones parece ser enteramente maligno y en otras un héroe trágico, y tratar de resolver este conflicto mediante la esquizofrénica edición no tiene éxito, pero cuando funciona la cinta, lo hace como lo mejor de Star Wars, y ver a Ian comerse la pantalla desplegando toda su teatral maldad después de tres películas fue una delicia. George tal vez no hizo un buen trabajo estableciendo las relaciones entre sus protagonistas, pero supo cómo destruirlas.