«Yo no sabía para que te estaba eligiendo».

Nominada a diez premios de la Academia y ganadora del Globo de Oro a Mejor Película de Drama, 1917 situada en abril de ese año, nos cuenta la historia de Tom Blake (Dean-Charles Chapman) y Will Schofield (George MacKay) , dos soldados británicos que pelean en Francia durante la Primera Guerra Mundial y que son requeridos por su superiores para llevar un importante mensaje -el cual podría salvar incontables vidas- al Segundo Batallón de Devon. Tom y Will deberán hacer ese viaje de 15 kilómetros a pie antes del siguiente amanecer, atravesando incontables obstáculos y dificultades y poniendo a prueba su estabilidad física y emocional.

Dirigida por Sam Mendes (Belleza Americana, Revolutionary Road, Skyfall y Spectre), escrita por el propio Mendes junto con Kristy Wilson-Cairns inspirada en historias contadas a Mendes por su padre, que peleó en la Primera Guerra Mundial, 1917 es una cinta que inmediatamente destaca por la inmensa calidad y habilidad técnica de su director y equipo, entre los que destaca la magnifica fotografía de Roger Deakins y la banda sonora de Thomas Newman.

Uno de los aspectos más fantásticos de la cinta es la maestría que Mendes demuesta en la cámara, la cual le permite retratar la terrible y dolorosa situación que viven estos personajes. El manejo de cámara y la edición son abrumadores y estresantes en bastantes momentos de la película, lo cual en ocasiones hace que la cinta se acerque a los recursos narrativos propios del terror al generar situaciones de tensión y expectativa en la audiencia, que en ocasiones son recompensadas y en otras no.

Más allá de que la cinta de un tratamiento de terror a la historia que narra, es el propio realismo que la cinta imprime el cual genera tensión en la audiencia al mostrar una situación que sabes que sucedió (aun y cuando no con literalidad) pues los horrores de la guerra son ampliamente conocidos y narrados. Aquí no estas viendo a un payaso demente o a un espíritu alocado cometiendo crímenes, estas viendo los costos y consecuencias de la guerra, los cuales son un reflejo de lo destructiva, dañina y triste que puede ser la humanidad.

Actoralmente la película la cargan con enorme talento MacKay y Chapman que logran plasmar las profundas contradicciones que el conflicto armado produce en quienes pelean, intentando encontrar el humor, amor y belleza en medio de quienes enfrentan una muerte tremendamente probable y continuamente amenazante. Los personajes enfrentan toda clase de situaciones, momentos e infortunios que van minando poco a poco su tranquilidad más no así su resolución y resiliencia.

Resaltaba además el fantástico trabajo de Deakins y Newman pues logran acentuar estas características. Deakins retrata con espectacular belleza la imponente e idílica belleza de la Francia rural así como la locura y caos de las ciudades devastadas, las cuales se conjuntan con efectivo y dinámico score de Newman, el cual retrata los sentimientos que cada escena tiene a través del lente de Mendes.

Después de ver 1917 puedo entender porque la cinta podría ser un caballo negro rumbo al Oscar, tiene una manufactura técnica impresionante y una narrativa dramática poderosa (aunque quizá convencional) la cual podría ser ampliamente apreciada por los miembros de la Academia. En un año con tantos contendientes fuertes a la categoría, sin duda podría dar la sorpresa debido al sistema de votaciones de la Academia.

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